
Golpe a la mafia criminal de ultras con «milicias privadas» que encargó asesinatos: 90 años de cárcel
Marca.- La jueza de instrucción de Milán, Rossana Mongiardo, condenó a Luca Lucci, líder de los ultras de la Curva Sud de Milán, y a Andrea Beretta, exlíder del Inter Curva Nord y ahora colaborador de la justicia, a 10 años de prisión.
La sentencia, dictada mediante procedimiento abreviado en el juicio conocido como ‘Doppia Curva’ en la sala del búnker de San Vittore, se refiere a una de las líneas de investigación sobre el crimen organizado en la afición milanesa.
Tengo una sed de sangre que sólo Dios sabeLuca ‘Il Toro’ Lucci
Luca ‘Il Toro’ Lucci, fue acusado de asociación para delinquir y del intento de asesinato del ultra Enzo Anghinelli.
Querían drogarme, dispararme y enterrar mi cadáver después de ejecutarmeAndrea Beretta
Beretta fue acusado del asesinato de Antonio Bellocco (miembro de la directiva nerazzurri de la Curva Sud y vinculado a clanes de la organización criminal ndrangheta) y de asociación para delinquir agravada con métodos mafiosos.
La jueza condenó a otros 14 acusados, entre ellos el adjunto de Lucci en la Curva Sud, Daniele Cataldo, a 10 años de prisión, considerado también el autor material del intento de asesinato en 2019 del ultra del AC Milan Enzo Anghinelli.
La policía italiana está llevando a cabo este lunes una gran operación en Milán (norte), con decenas de arrestos y registros entre hinchas ultras de los clubes de fútbol Inter y Milan
Marco Ferdico, uno de los líderes ultras antes de su arresto en septiembre pasado, fue condenado a 8 años.
Otros ultras condenados a prisión fueron Alessandro Sticco (5 años), Fabiano Capuzzo (4 años y 4 meses), Islam Hagag (3 años y 4 meses), Renato Bosetti (4 años), Giuseppe Caminiti (5 años), Gianfranco Ferdico (4 años y 4 meses), Christian Ferrario (6 años), Francesco Intagliata (5 años), Mauro Nepi (4 años y 8 meses), Matteo Norrito (4 años y 8 meses) y Debora Turiello (2 años).
Las dos tribunas de San Siro fueron transformadas en una «zona franca» para «milicias privadas»
En la sentencia se destaca que la Curva Sud de Milán y la Inter Curva Nord funcionaban como dos organizaciones criminales con «su propia estructura jerárquica, su propio territorio y sus propias sanciones contra sus subordinados» que «repartían premios y privilegios» en los lucrativos negocios de venta de entradas, comercialización y aparcamiento en torno a las dos tribunas del San Siro, que fueron transformadas en una «zona franca» para «milicias privadas».

